I like your blog very much!!! Good work.
UPDATE: I’m am now also at Capessa Health and Fitness. You might be interested in my post Top 3 Tips For Health Eating.
Hollywood and the fashion, cosmetics and diet industries work hard to make each of us believe that our bodies are unacceptable and need constant improvement. Print ads and television commercials reduce us to body parts — lips, legs, breasts — airbrushed and touched up to meet impossible standards. TV shows tell women and teenage girls that cosmetic surgery is good for self-esteem. Is it any wonder that more than 80% of fourth-grade girls have been on some form of fad diet? Is it any wonder that 80% of U.S. women are dissatisfied with their appearance? — go to Love You Body
92% of girls want to change at least one aspect of their appearance. Dove believes all girls deserve to see how beautiful they…
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En este vídeo vamos a ver como una mujer muy inteligente emocionalmente y muy amorosa llega a recuperar su marido después de haber pedido el divorcio. Es hora de abrirnos a aprender a dejar atrás nuestro dolor y resentimiento y abrir nuestros corazones. Lo que consigue esta mujer es una verdadera muestra de esto.
Aqui viene el segundo video de la serie. Encantada de recibir vuestros comentarios y preguntas.
Estoy grabando una serie de 30 pequeños clips con el titulo !A gusto en tu cuerpo».
Tratan sobre temas que nos importan las mujeres. Tienen el objetivo de dar pequeñas reflexiones que abren la mente y el cuerpo a iniciar el camino de recuperar tu poder feminino y empezar a disfrutar de ti misma en libertad y fuerza.
Este es el primero de la serie. Te animo a dejar tus comentarios y hacer preguntas que puedo responder en los siguiente videos.
Todos hemos pasado por la experiencia de una relación amorosa que nos ha decepcionado y donde hemos sufrido. Algunos pudimos cortar y terminar con ella, pero, desgraciadamente, conocemos a otras muchas personas que siguen enganchadas, con el sufrimiento que ello comporta.
¿Cómo saber si te encuentras con una pareja tóxica? He aquí algunos pensamientos que te pueden dar algunas pistas:
– “Me siento solo/a cuando estoy con él/ella”.
– “Me cuesta expresar mis sentimientos porque no me siento comprendido/a o siempre terminamos en una pelea cuando lo intento”.
– “Ya no me apetece tener relaciones sexuales o, cuando las tengo, me estimula fantasear sobre otras mujeres/otros hombres”.
– “Me acostumbré a vivir sin sentirme satisfecha/o afectivamente. Mejor dicho, me resigné a vivir frustrada/o afectivamente”.
– “Casi no nos hablamos y cada uno va por su lado. Menos mal que tenemos televisión”.
– “A veces me pregunto por qué sigo allí”.
– “No paro de criticar sus hábitos y siento que para estar bien tiene que cambiar esto y aquello”.
Cuando esta tónica se afianza en la relación, la vida es rutinaria, centrada en los quehaceres diarios, y el tono general es de aburrimiento y de falta de chispa en los ojos. A esto se añade una sensación de malestar que puede afectar a los hijos (si los hay) y la salud.
¿Cómo podemos evitar entrar en relaciones amorosas que se convierten en tóxicas?
1. Aprender a elegir la pareja conscientemente.
2. Aprender a identificar sus propias necesidades afectivas y aprender a comunicarlas claramente.
3. Madurar emocionalmente para poder crear relaciones menos confusas donde la “escucha emocional” del otro tiene su espacio en la relación.
4. Diferenciar entre mis expectativas y lo que realmente puede dar el otro para no pedir peras al olmo.
Nadie de nosotros tuvo una educación emocional adecuada, por lo que es absolutamente inútil echarse la culpa y reprocharse a uno mismo sus fracasos en sus relaciones amorosas. Cuando no sabemos cómo tenemos que comportarnos o qué es lo que tenemos que saber de nosotros mismos para poder crear un diálogo sano a nivel íntimo, ¿cómo podemos culparnos de lo que no sabemos? Así que, lo primero de todo, nada de culpa y nada de reproches.
Lo que SI tenemos que hacer es responsabilizarnos de nuestros fracasos, admitir nuestros defectos, curar nuestros corazones y mostrarnos abiertos a educarnos emocionalmente para crecer y madurar con el fin de crear relaciones más saludables y especialmente para escoger conscientemente las parejas.
Leila Youssef
Coach Relacional, Conferenciante, Educadora Emocional
Tel: 667 781542
Email: feminidadconsciente@gmail.com
Este 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Esta efeméride nos ayuda a recordar la lucha de las mujeres por conseguir las mismas oportunidades que los hombres. Y está bien tener presente que lo obtenido es fruto de un gran esfuerzo y que, por tanto, conviene estar alerta ante posibles retrocesos, más todavía en estos tiempos de crisis y recortes.
Sin embargo, este día tiene un peligro: el peligro de creer que basta con conseguir derechos (derecho al voto, derecho a la elección de trabajo, derecho al mismo sueldo, etc.) para alcanzar una igualdad real. Lamentablemente, todos sabemos que el cumplimiento pleno de cualquier derecho necesita de un cambio de actitudes, mentalidades, culturas… Y esto es complicado.
Las mujeres occidentales han conquistado muchos derechos que otras todavía no conocen. Y hablo por experiencia propia, pues soy egipcia y sé que rebelarse ante lo establecido tiene un precio. Sin embargo, la mujer occidental está descubriendo que ser independiente profesional y económicamente, ser emprendedora incluso, no significa ser libre interior ni emocionalmente. Lo compruebo cada día en los cursos y talleres que imparto desde hace más de 20 años.
Obviamente, hay muchos niveles de sometimiento y muchas capas, algunas evidentes y otras más profundas y nada evidentes. Esta insatisfacción puede percibirse, por ejemplo, en la rabia y rebeldía que algunas mujeres manifiestan hacia la autoridad del hombre. Quién no ha visto alguna vez a alguna mujer que se ha tomado como algo discriminatorio algo que no lo era. Y al revés, cuántas no son capaces de ver la capa de machismo que cubre su propia piel.
En el primer caso, se da la paradoja de que, cuanto más se lucha contra el hombre, más importancia o poder se le da. Como enseña la ciencia cuántica, donde pones tu atención, pones tu energía. Muchas mujeres desparraman todo su potencial en luchas desgastantes y sin sentido. Estas mujeres deben aprender que muchas veces el hombre no tiene la culpa de su actitud, sino que también es víctima de la misma cultura patriarcal en la que nos hemos criado todos. No en vano, muchas mujeres no se sienten guapas ni femeninas si no se lo dice un hombre, con lo que nuevamente renuncian a su poder y son continuamente manipuladas por cualquiera, hombres incluidos.
Pero no quiero alargarme, que para eso existen otros cauces. En este día tan especial lo que quiero es invitar a las mujeres a recuperar su autoestima emocional y corporal, a que ejerzan un verdadero liderazgo de sus propias vidas. Y sin rechazar al hombre, sino en diálogo con él, pues todos seguimos siendo víctimas de prejuicios y estereotipos que hemos ido incorporando como miembros y descendientes de una cultura patriarcal.
Como suelo decir, todos hemos de reconocer nuestros atributos masculinos y femeninos y aprender a bailar con ellos, cada uno a su ritmo. La mujer, sin necesidad de ponerse a la defensiva ante el hombre. El varón, consciente de que él también es prisionero del inconsciente colectivo. Sólo conscientes y unidos podremos alcanzar una nueva cultura equilibrada de lo feminino y masculino dentro de nosotras mismas. Una cultura de la que nuestros hijos e hijas ya no sean prisioneros. El patriarcado contribuimos a crearlo hombres y mujeres y para transformarlo todos y todas tenemos que implicarnos. Es una revolución interna individual y collectiva, consciente y responsable la que nos llevaría a todas a conseguir lo que buscamos y anhelamos.
Feliz día de la feminidad a todos, hombres y mujeres.
Esta es una recreación de una sesión de coaching donde modifiqué algunos datos para preservar el anonimato de mi clienta.
Me llama porque está sufriendo mucho en la relación con su pareja. La causa es que la pareja vive en otra ciudad. Se ven los fines de semana cada 15 días y entre las horas del viaje (que son muchas) pasa menos tiempo con él de lo que ella “necesita”.
– ¿Qué necesitas?, le pregunto.
– Que venga a vivir conmigo para tenerlo cerca, me contesta.
– ¿Por qué?
– Porque no vivo bien las despedidas ni soporto bien la distancia.
Me dice que sufre mucho y que no se había planteado tener una relación amorosa para «sufrir». Con este hombre tiene por primera vez la sensación que está en una relación de verdad y que quiere que este hombre sea el padre de sus hijos. Durante la última visita pasó la mitad del fin de semana frustrada porque pronto se iban a separar. Además, se mostró exigente y manifestó con fuerza su frustración, su inconformidad con la situación y su exigencia de tenerlo más cerca y de verse más a menudo. Él se siente culpable y sufre por causarle tanto sufrimiento.
¿A cuántas mujeres les resuena esto? Relacionada con esta cuestión está el hecho de que hay muchas mujeres que casi renuncian a tener relaciones por miedo a ser abandonadas.
Veamos un poco lo que hicimos en una sesión de coaching con ella y cómo conseguimos terminar la sesión con sonrisa y alegría:
Primero, le pregunto: ¿crees que si lo tuvieras aquí viviendo contigo en la misma casa no sentirías distancia? ¿Crees que no habrá días en los cuales sus propios conflictos personales y sus frustraciones lo tendrán ocupado sin darte atención? Lo primero que tenemos que definir es la distancia que estamos sintiendo. ¿Es distancia emocional o física? ¿Cuál de las dos frustra más? ¿Diferenciamos entre ellas? Cuántas mujeres exigen presencia física sin darse cuenta de que en el fondo, por muy cerca que tengan a sus parejas, no acaban de colmar ese vacío y apaciguar esta vivencia de abandono que les come por dentro. Piden presencia emocional que se confunde con presencia física.
Segundo, le pido que sienta tanto como pueda todo su dolor y sufrimiento y manifieste en voz alta su frustración y su exigencia. Ve la figura de su madre, el verdadero personaje responsable de esta vivencia interna de abandono: “Estoy enfadada porque no estás, quiero tenerte para mí sola, no me gusta nada que me dejes sola, no quiero estar sola…”. Por lo tanto, hay una carga fuerte del pasado que tiñe totalmente la experiencia del presente. Madre y pareja se confunden. Esto es grave. Hay que aprender a diferenciar entre el abandono del pasado y la realidad relacional presente. Cargar la relación real del presente con la carga emocional del pasado es un FALLO MORTAL, pues es el error número uno que mata la pasión de las relaciones de pareja.
Tercero: ¿cómo expresas tu enfado o frustración a tu pareja?, le pregunto. Y salen algunas de estas frases:
– “Hoy me das y mañana te vas”.
– “Estoy frustrada porque te vas”.
– “Estoy enfadada porque te vas”.
– “Quiero que vengas a vivir aquí lo más rápido que puedas”.
– “Jolin, otra vez te vas y me dejas”.
Le pregunto y os pregunto a todos vosotros los lectores/lectoras de este blog: ¿Qué expresas con esta actitud? ¿Qué es exactamente lo que le pides cuando te expresas de esta manera?
Pido que no me deje, afirma. Si recapitulamos, lo que realmente se expresa en todas estas frases es resentimiento y queja por sentirse abandonada por su amado, cuando realmente son las circunstancias de sus vidas lo que por el momento les mantienen alejados físicamente. Por cierto, se llaman muy a menudo y la relación está viva y sin interrupciones gracias al telefono, skype y todo lo que la tecnología nos brinda de posibilidades.
Cuando te quejas de esta manera NO expresas tu necesidad, más bien expresas tu resentimiento por no poder satisfacer tu necesidad. Me pregunto si esto es la actitud de una mujer adulta o de una niña pequeña que reclama su amante con una pataleta, como si fuera su madre.
La clave:
– ¿Esto es atractivo para los hombres?
– ¿Te convierte en mujer, le hace sentir esto a él que está con una mujer adulta y madura?
– ¿Mantiene esta actitud la atracción y la pasión en la pareja?
– ¿Convierte esta actitud la relación de pareja en un espacio amoroso, alegre, libre de cargas o crea cargas y cárceles de expectativas y de miedos y decepciones por no satisfacer estas necesidades que arrastramos de nuestros pasados irresueltos?
– ¿La pareja es la responsable de colmar todas las necesidades de las niñas pequeñas que llevamos dentro y que siguen reclamando a mamá o papá?
Espero haber dejado claro que pedir a un hombre desde la niña enojada, frustrada y resentida es el camino seguro para alejarlo de ti, exactamente lo opuesto de lo que quieres. Me confirma que la última vez, cuando ella estaba expresando su frustración porque se iba él, estaba distante y a la defensiva. ¿Es esto lo que quiere?
En vez de esto, te propongo que hagas lo siguiente:
– Trabaja tus temas del pasado y encuentra maneras de ser consciente de estos temas cuando salpican tu relación amorosa.
– En el lugar de decirle estoy enfadada porque te vas, puedes expresarte diciendo: ya estoy proyectando nuestro próximo encuentro con ilusión. Qué alegría siento por tenerte de vuelta. Sustituye estoy frustrada porque pronto se nos acaba el encuentro.
¿Veis adónde voy? Se trata de convertir la frustración en ilusión, el pasado en presente y lo negativo en positivo.
Es así como se mantiene la pareja viva y apasionada. Por supuesto que el camino es el mismo si un hombre también es demandante porque tiene problemas de abandono en su pasado.
Para quién le interesa: Doy dos talleres en Yoga Sala Málaga el 17 de Marzo y 18 de Mayo.
Tema taller 17 Marzo: La pareja acertada, Como eligir pareja conscientemente. Este curso es apto para mujeres con o sin parejas.
Taller 8 Junio : Las pautas para crear una relación viva, intíma e apasionada. Los que tienen pareja pueden venir con sus parejas.
Si los hombres alzan su voz, estoy aquí para ellos también, no soy exclusiva 🙂
Plazas limitadas y se requiere reserva previa.
Horario: 10:00h-14:00h
Precio: 45 Euros
Lugar: Yoga Sala
Para cualquier pregunta por favor poneros en contacto conmigo,
Os espero.
Nunca disfruté de mi condición de mujer como en estos últimos tres años. Acabo de cumplir 55 hace unos días. Cuando me pregunté por qué ahora sientes esto Leila, qué hay de diferente, me di cuenta que ahora soy consciente del poder que tuve durante toda la vida pero que viví y manejé torpe e inconscientemente, pagándolo muchas veces con dolor, decepciones y desilusiones en las relaciones personales y profesionales.
Por primera vez me siento poderosa y disfruto conscientemente de mi poder y lo manejo con vulnerabilidad, porque ser poderosa es ser vulnerable al mismo tiempo. ¿Contradictorio? Pues es así.
¿Qué me hizo poderosa?
A los 18 años decidí no cumplir con el destino que mi familia y la sociedad habían elegido para mí: ser virgen y casarme joven. Precio: conflicto con mi madre (mi padre ya murió cuando tenía 8 años y me crié con mi tío materno). Poder adquirido: el poder de la elección. Se adquiere teniendo claro lo que quieres y siendo consecuente con tus decisiones. En este caso fue: “Puedo decidir qué quiero hacer con mi vida y mi destino de mujer Egipcia y pago el precio de no tener el status de mujer casada a los 22 años”.
A los 24 años hice una entrevista de trabajo para obtener el puesto de secretaria de dirección ante el director de marketing (uno de los 7 directores ejecutivos del hotel) en el hotel más preciado de Medio Oriente en aquel momento. Cuando el ejecutivo me preguntó la velocidad con la que escribía a máquina y mis habilidades para mandar faxes, mi respuesta fue: “No sé manejar el fax y mi velocidad es mediana; además, llevo tiempo sin practicar”. Me miró y me espetó: “¿Por qué me haces perder el tiempo si no posees los requisitos mínimos para ocupar el puesto?” Entonces, le miré fijamente a los ojos y le contesté: “¿Quieres alguien que toma decisiones, que tiene iniciativa, que aprende rápido y que es inteligente, o una simple funcionaria que sabe hacer lo que acabas de mencionar?”. No esperaba esta respuesta de una joven, menos de una joven “egipcia”. No tardó ni un segundo en preguntarme si estaba dispuesta a empezar al día siguiente.
He aquí algunas de las claves que me otorgaron un gran poder, sin ser plenamente consciente de ello:
1. No temer a los hombres, especialmente cuando son poderosos, mientras no sean maltratadores emocionales a los que les encanta abusar de su poder. Les conocí en las relaciones personales.
2. Capacidad de reconocer mi fuerza, mis habilidades y no hacerme la pequeñita, tampoco la creída. Simplemente RECONOCERME.
3. Ser clara y directa en lo que sé y no sé hacer y en mi comunicación con el hombre. Esto le hace sentir respetado y desde allí me trata con respeto.
A los 30 años decidí dejar Egipto por necesidad de expandirme más allá de las limitaciones culturales que nos encasillan, marcan y etiquetan. Tenía una curiosidad insaciable por saber quién era yo más allá de todo lo conocido. Poder: hambre de aventura y atracción por lo desconocido de mí misma. No dejar que el miedo coma mis sueños.
Hasta los 30 años exploré mi faceta de amante, ya que decidí no ser ama de casa ni madre. Poder: descubrir quién soy yo en la relación íntima con los hombres.
Nueva fase de mi vida: llego a España por intuición y me lanzo a convertirme en una mujer profesional. Estudio durante 4 años en una escuela muy buena y de alta exigencia profesional para convertirme en una terapeuta psico-corporal. Trabajo y me gano bien la vida y siento que me afirmo en mi identidad profesional. Poder: dejarme llevar por mi intuición que me llevó a encontrar mi vocación: ayudar la gente a deshacerse de sus limitaciones descubriendo sus verdaderos poderes, especialmente la mujer.
A los 50 años decido enfrentar mi miedo al compromiso en las relaciones amorosas porque la soledad del éxito profesional ya no me llenaba y necesitaba más integridad si quería seguir empoderando las mujeres. Consigo reconocer al hombre de mi vida cuando aparece. Allí descubro nuevas facetas de mí misma, fundamentalmente la niña, la vulnerabilidad que existe detrás de mi fuerza y mi poder, la sensualidad consciente y limpia, la estabilidad emocional que nunca tuve y su poder curativo en mi vida.
¿Qué os quiero transmitir con todo esto? Cada una de nosotras posee un abanico de posibilidades y potencialidades como mujer. Si reconoces tus habilidades y talentos y te permites vivirlos te conviertes en la SUPERWOMAN que eres en esencia, única y especial en tu estilo de vivirte en tus relaciones personales y profesionales.
Lo que hago es ayudar y asistir a las mujeres a parirse a sí mismas a nivel esencial. Más allá de los códigos culturales del amor, de los estereotipos, los celos, las quejas, las competitividades, las juegos que aparentan algo y hacen daño inconscientemente a las que los juegan más que a sus víctimas, hay fuerzas poderosas de la intuición, de la capacidad de dar y recibir amor, de trabajar en equipo, de escuchar al otro por la empatía natural que tenemos, de belleza y sensualidad, de ver las cosas desde la amplitud y no desde el pequeño detalle que tenemos delante de las narices, todas esperando que les prestes atención, que las encarnes, que las manifiestes y las disfrutes.
Quiero estar aquí contigo para despertarte del letargo que te hizo olvidar quién eres y, de esta manera, usurpó tu poder.
¿Qué eliges? ¿Aventurarte a reconocer tu fuerza y tu belleza o dejar que el miedo y la apatía se coman tu vida? Dime.
Para mí esta es la manifestación más amplia que conocí de lo que significa amarme a mí misma. Amarme para mí es manifestarme, descubrirme, expresarme tal como soy y atraer a mi vida toda persona que solo resuena con lo que soy esencialmente. ¿Quieres aprender a amarte así? Aquí estoy.
Hago esto porque somos las perpetuadoras, las dadoras de los hombres del futuro. Los políticos, los economistas, los científicos, los profesores, los mecánicos, los agricultores del futuro… todos proceden de mujeres como tú y yo. Si no nos despertamos, si no nos curamos de nuestras heridas del pasado, si no transformamos nuestras tonterías femeninas en nuestro poderío, ¿quiénes serán los hombres que forjarán nuestro futuro? ¿Queremos seguir perpetuando el mundo en el que vivimos o queremos plantearnos uno mejor? Es nuestra responsabilidad educarlos de la manera que les permita ser algo más que el legado del actual patriarcado.
Esta es mi visión y es a donde voy y me gustaría sentirme acompañada por todas las mujeres que sienten esta llamada y quieren formar parte de algo más grande que ellas mismas y que quieran ser parte del futuro que estamos construyendo. Bienvenidas a vosotras mismas.
Los talleres se efectuarán en Yoga Sala Málaga el 17 de Marzo y 18 de Mayo.
Tema taller 17 Marzo: La pareja acertada, Como eligir pareja conscientemente. Este curso es apto para mujeres con o sin parejas.
Taller 8 Junio : Las pautas para crear una relación viva, intíma e apasionada. Los que tienen pareja pueden venir con sus parejas.
Si los hombres alzan su voz, estoy aquí para ellos también, no soy exclusiva 🙂
Plazas limitadas y se requiere reserva previa.
Horario: 10:00h-14:00h
Precio: 45 Euros
Lugar: Yoga Sala
Para cualquier duda por favor poneros en contacto conmigo.
Una mujer me cuenta que tiene celos de otras mujeres. Cuando le pido que me describa cómo son estas “otras” mujeres que le dan celos me describe mujeres sensuales, afirmadas en su poder de seducción, guapas, jóvenes y conectadas con su apetito sexual.
Ella es una mujer fuerte, trabajadora, con carrera profesional. Trata su vida y sus relaciones con profundidad. Ella es de edad madura, bondadosa, perseverante, consistente con sus iniciativas, educada, alegre y con mucha capacidad de cuidar a su hombre.
Cuando le pregunto qué te parece la seducción, la sensualidad, la capacidad de usar tus armas de mujer con tu hombre me dice que “no se puede ir así por la vida”, que esto no es serio ni profundo y que no va con ella.
¿Qué opinas de estas mujeres que van así entonces?, le vuelvo a preguntar. Son superficiales, frívolas y nada serias, viene flechada su respuesta.
Si las consideras así y, por lo tanto, les miras por encima del hombro, ¿por qué te alarmas tanto y te entran los celos y te sientes amenazada cuando tu hombre les mira o se siente físicamente atraído por ellas? ¿Por qué cuando estás en su presencia te sientes anulada? ¿Por qué temes que se vaya con ellas y consume el fuego de los celos tu plexo solar? Se queda perpleja ante mis preguntas.
¿Qué tienen estas mujeres que no tienes tú? ¿Por qué, a pesar de estar en una realidad que te dice que tu hombre te siente y te vive como SU mujer, te sigues sintiendo amenazada por “estas otras frívolas y superficiales”?
Trabajando un poco más con ella y profundizando en el tema, se da cuenta de que no está en contacto con su sensualidad ni con su poder de seducción. Tampoco se disfruta mucho a ella misma como mujer ni hace disfrutar a su hombre de su parte femenina en el día a día.
Se había conformado con sus cualidades de persona y no se había planteado definirse como género de tetas y útero.
Le explico que hay una gran diferencia entre sus cualidades como persona: profunda, persistente, consistente, sincera, bondadosa… y sus cualidades femeninas: juguetona, sensual, apasionada…las mujeres confunden mucho este tema.
A medida que hemos ido hablando y profundizando, su postura, su mirada y su tono de voz se han ido poniendo más sensuales, más femeninos. No se daba cuenta de ello hasta que yo no le ayudé a tomar consciencia de sus cualidades femeninas. De pronto tuvo un gran “insight”: Ella también tiene su estilo de ser mujer sensual, seductora y puede dar placer a su hombre en el día a día. No tiene por qué sentirse celosa de las demás.
De golpe se acuerda de que su pareja le pidió bailar para él en privado en varias ocasiones y que ella se negaba por todas estas etiquetas que había puesto sobre las otras mujeres. No se daba cuenta de que se privaba a ella misma y privaba a su hombre de un placer que podría añadir más pasión, más complicidad y más intimidad entre ellos, y que la culpa la tenían todas estas etiquetas que había puesto sobre estas “otras”.
Se fue descubriendo a sí misma: “La verdad es que no me permito sentirme ni vivirme en mi vida diaria como mujer. El trabajo requiere de mi parte masculina y cuando vuelvo a casa soy persona y me siento mujer solo cuando estamos en la cama o en momentos de intimidad específicos y puntuales. Tengo que integrar mi parte femenina en mi vida cotidiana para empezar a disfrutar de mí misma y compartir esto con mi pareja”.
De pronto la bombilla se encendió y vio la luz: “ Yo tengo el poder de desarrollar lo que me da celos de ‘ellas”. Este fue su gran regalo.
Soy egipcia, y conozco muy bien las manifestaciones de machismo y micromachismo que menciona June Fernández y comprende Ander Izagirre.
En mi país, el machismo arraigó de forma muy profunda, fruto de una educación y una cultura de más de 2000 años de antigüedad. Mi sorpresa fue cuando, al mudarme a España, volví a toparme con los mismos machistas de antes.
Empecé a hacerme un montón de preguntas: ¿cómo es que yo estaba en lucha continua con el hombre? ¿Por qué estaba siempre a la defensiva con ellos? ¿Por qué les tenía un desprecio sutil? ¿Por qué estaba siempre tan rabiosa y metida en polémicas sobre ellos?
Estas cuestiones fueron el pistoletazo de salida hacia un profundo y doloroso proceso interior donde vi cosas de mí que no me gustaron y que eran difíciles de aceptar, asimilar y soltar:
1. Que llevaba dentro de mí mucha rabia contra los hombres.
2. Que culpaba a los hombres de mi rabia contra ellos.
3. Que me había encantado durante mi época de rebeldía sentirme igual que ellos y tratarlos como si yo fuera uno más. Con esto quiero decir que me permitía soltar tacos, contar chistes verdes o hablar de la sexualidad utilizando palabras soeces, tal y como ellos lo hacían.
4. Que, a pesar de mi rabia contra ellos, me sentía necesitada de su aprobación. Esto es algo muy muy profundo y supersutil que apenas se nota y que me fue muy difícil reconocérmelo.
5. Que debido a todo esto llevaba una negación de lo femenino muy escondida. Mis actitudes masculinas se reflejaban de maneras muy sutiles, como en la vestimenta o en el rechazo que me producía que los chicos me abrieran la puerta del coche.
6. Que mi negación de lo femenino era profundamente inconsciente A nivel consciente, mi cuerpo y mi vida reflejaban sensualidad, exuberancia por la vida, un cuerpo bien cuidado, una capacidad de relacionarme con los hombres superfácil y amistosa etc.; pero mi cuerpo me avisaba de que algo no funcionaba bien con un sangrado uterino continuo durante años.
Al aceptar todo lo anterior, llegué a la conclusión de que, al conceder tanta importancia a los hombres, yo misma les estaba dando un poder sobre mí, lo cual a su vez alimentaba mi rabia contra ellos.
Descubrí que mientras seguimos luchando contra el machismo, contra el hombre, contra el…, estamos CONFIRMANDO inconscientemente que somos menos, que somos inferiores, que somos víctimas de sus maltratos porque confirmamos que ellos tienen el poder. Y ESTO NO ES VERDAD.
Aceptar esto no significa ser conformista. Es muy distinto. Cuando aceptas algo, puedes empezar a encontrar maneras creativas y constructivas de tratarlo. Cuando te conformas, por el contrario, te conviertes en víctima del hecho con el que te has conformado y, por lo tanto, empiezas a generar mucha rabia y resentimiento contra ello.
Es por ello que he llegado a la conclusión de que, si queremos terminar con algo negativo, lo mejor es poner la atención en lo positivo, hacerlo crecer tanto que lo negativo termine siendo imperceptible. Me refiero, por ejemplo, a comprender que los hombres son algo más que ‘seres machistas’, a entender que ellos son en gran medida el fruto de una educación de la que todos, en mayor o menor medida, somos responsables.
Enfocar las relaciones entre hombres y mujeres desde este punto de vista, más positivo o comprensivo, nos permitirá –al menos, a mí me lo ha permitido- establecer relaciones mucho más sanas y enriquecedoras. Hombres y mujeres somos diferentes, pero complementarios.
Practicar sexo y disfrutarlo no es gozar de la sexualidad. La sexualidad no es el coito.
La energía sexual es la ENERGÍA CREATIVA y de CREACIÓN más potente que tenemos y es hora de que aprendamos a adueñarnos de ella, a disfrutarla y a compartirla conscientemente, venerándola por lo que ES.
Gozar de la sexualidad es un proceso de aprendizaje individual en el cual la persona aprende a conectarse con su cuerpo para descubrirlo y, desde allí, compartirlo con quien elige.
Conectarse con el cuerpo implica aprender a no juzgarse. Así es como se pueden ir integrando otras partes rechazadas, dolidas, negadas, heridas.
Cada parte de tu cuerpo negada, rechazada, herida es una parte de tu cuerpo donde está cortada la energía y, por lo tanto, privada de gozo. Lo que, antes o después, termina disminuyendo tu capacidad de gozar.
La energía creativa de la sexualidad está dentro de cada una de nosotras. Conectar con esta energía convierte el placer focalizado del acto sexual en un gozo para la vida cotidiana. Esto devuelve a las mujeres su propio poder e independencia. Desde allí, compartir el acto sexual se convierte en un acto responsable, gozoso, profundo, donde se da rienda suelta a la expresión de la creatividad.
El acto sexual es el acto más profundo, más bello y más intenso de la expresión de nuestra creatividad. Es una pena profanarlo y no vivirlo como tal. Cuando cada una de nosotras se siente capaz de disfrutar y de gozar de su cuerpo y de su energía creativa, entonces el acto sexual con la pareja se convierte en un baile en el cual los “dos” bailan, sienten, penetran y se dejan penetrar por el placer de sí mismos y del otro.
DAR PLACER DE VERDAD ES RECIBIRLO AL DARLO. Esto es el verdadero fluir del dar recibiendo porque haces lo que te da placer, que a su vez hace gozar al otro. No hay esfuerzo, no espero recibir nada del otro. Tu dar es tu recibir. No te lo puedo explicar, lo tienes que experimentar por ti misma. Esta manera de dar recibiendo te libera totalmente en tu expresión y en esta libertad surge tu creativa expresión de gozo. No temes nada de “cómo” recibe el otro lo que das, tampoco esperas nada de él. Simplemente gozas dando y esto mismo es lo que termina siendo recibido y devuelto a ti.
Si has hecho el amor alguna vez de esta manera jamás volverías a someterte a ningún hombre para que te haga sentirte “mujer”. Si sabes hacer el amor desde este lugar YA ERES MUJER. Eres dueña de tu poder femenino y nadie te lo puede quitar.
¿Qué te parece? Vale la pena iniciar esta aventura, ¿verdad?
Los talleres que hacemos están diseñados para llevarte a este estado de creatividad y gozo. Únete al grupo de mujeres que están empezando a liberar su potencial creativo femenino.